Un equipo de científicos de 10 institutos europeos de investigación, entre los que se cuenta el Departament d’Electrònica de la Universitat de Barcelona, trabajan en la creación de enjambres de micro-robots capaces de coordinarse para cooperar en la realización de multitud de tareas. La exploración y colonización de otros planetas, la reparación y revisión de maquinaria, la limpieza de la contaminación o incluso la aplicación de tratamientos dentro del cuerpo humano, se cuentan entre los innumerables usos que podrían darse a este tipo de tecnología.
Aunque la idea de enviar hordas de estas pequeñas máquinas a construir edificios para los científicos sobre la superficie de Marte, a partir de agua, polvo marciano y algún tipo de cemento es, por ahora, pura fantasía, algunos científicos trabajan ya en el diseño de enjambres de micro-robots que algún día sean capaces de reconfigurarse y ensamblarse unos con otros para formar robots mayores que realicen una tarea específica.
El equipo ha construido ya unas 100 unidades I-SWARM (como la de la fotografía) de apenas 3×3×2 mm3. Obtienen energía de unas diminutas placas solares y se desplazan por vibración. Disponen además de ocho kilobytes de memoria de programación y dos kilobytes de RAM. También se ha trabajado con otro grupo de robots: los Jasmine, que se desplazan con ruedas y son un poco mayores que una moneda de dos euros.
Se pretenden lograr enjambres de micro-robots con una especie de percecpción colectiva. Las unidades pueden comunicarse en el infrarrojo, transmitiendo información a los I-SWARM's más próximos, de manera que poco a poco, todo el enjambre esté informado. Por ejemplo, ante la detección de un obstáculo, los robots se agruparían rodeándolo para quitarlo de en medio.
Maximizar la eficiencia energética y gestionar adecuadamente la limitada capacidad de procesamiento de los I-SWARM's son los dos principales problemas a la hora de implementar este tipo de tecnologías.
A pesar de que el equipo no ha sido capaz de alcanzar la cota de los 1000 micro-robots fabricados, se sigue trabajando para rentabilizar su producción en masa. No se pierdan el vídeo de youtube en que se ve a estos robots en minitura en acción durante diversos experimentos.
El equipo ha construido ya unas 100 unidades I-SWARM (como la de la fotografía) de apenas 3×3×2 mm3. Obtienen energía de unas diminutas placas solares y se desplazan por vibración. Disponen además de ocho kilobytes de memoria de programación y dos kilobytes de RAM. También se ha trabajado con otro grupo de robots: los Jasmine, que se desplazan con ruedas y son un poco mayores que una moneda de dos euros.
Se pretenden lograr enjambres de micro-robots con una especie de percecpción colectiva. Las unidades pueden comunicarse en el infrarrojo, transmitiendo información a los I-SWARM's más próximos, de manera que poco a poco, todo el enjambre esté informado. Por ejemplo, ante la detección de un obstáculo, los robots se agruparían rodeándolo para quitarlo de en medio.
Maximizar la eficiencia energética y gestionar adecuadamente la limitada capacidad de procesamiento de los I-SWARM's son los dos principales problemas a la hora de implementar este tipo de tecnologías.
A pesar de que el equipo no ha sido capaz de alcanzar la cota de los 1000 micro-robots fabricados, se sigue trabajando para rentabilizar su producción en masa. No se pierdan el vídeo de youtube en que se ve a estos robots en minitura en acción durante diversos experimentos.
- referencias -
Robotic ants building homes on Mars?
(PHYSORG.com, 21/10/08)
- posts relacionados -
Saltamontes sintético
(jueves 22 de mayo de 2008)
Robots cucaracha
(lunes 24 de marzo de 2008)
- otros recursos -
¿Qué es esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario