lunes, 18 de agosto de 2008

El Apocalipsis se avecina una vez más...


En su momento, les hablábamos de 99942 Apophis, actual nombre de pila del asteroide bautizado como 2004 MN4; una roca de 210-330 m de diámetro que hizo historia tras su descubrimiento en 2004, por ser la primera en alcanzar el nivel 2 de riesgo de impacto en la escala Torino (una marca que, afortunadamente, sigue sin haberse igualado). Recientemente, la colisión con el cometa Temple 1 de un explosivo enviado por la sonda Deep Impact, ha vuelto a sacar a la luz la preocupación por las apocalípticas consecuencias de un eventual encuentro con Apophis, inspirando numerosos artículos como el publicado hoy en Tendencias 21.

Ocurre que la inclinación de la prensa y editores de webs especializadas a aferrarse a información desactualizada a la hora de escribir sus artículos, lleva a que la gente bien se alarme innecesariamente o bien a que subestime los riesgos que Apophis representa. En este post, nos proponemos pues, suplir esa falta de rigor.

Los cálculos de trayectorias de asteroides como Apophis se ejecutan, en una primera etapa, sobre un modelo 'grosero' (Standard Dynamical Model) que incluye el Sol, la Luna y los planetas del Sistema Solar, así como los tres asteroides más grandes.

Los resultados de estas primeras simulaciones, apuntan a un encuentro cercano con Apophis (a 36350 km o 5.7 veces el radio de la Tierra), el 13 de abril de 2029 con un bajísimo riesgo de colisión. El siguiente evento importante, ocurriría en 2036 con una probabilidad de impacto de 2.2×10-5. Apophis volvería aún dos veces más: en 2037, esta vez con 8.1×10-8 de riesgo de colisión y en 2069, con 4.9×10-7. Estos resultados fueron publicados el 6 de mayo de 2008 dentro del programa Near Earth Object de la NASA.

Sin embargo, una serie de pequeños efectos despreciados en el modelo para una primera estimación y desconocidos de hecho en la mayoría de casos, podrían tener efectos muy grandes en los resultados finales. Por ejemplo, el spin del asteroide, su masa, la forma en que absorbe y refleja radiación solar, la forma en que emite calor, el empuje gravitacional de otros asteroides con los que pudiera cruzarse, el carácter no uniforme del campo gravitatorio de la Tierra y el resto de planetas...

Un artículo publicado en 2007 en la revista Icarus y tutulado Predicting the Earth encounters of (99942) Apophis (sobre el que pueden consultar un resumen muy asequible en la web del programa Near Earth Object), discute precisamente el enorme efecto de la inclusión de estos parámetros (cuyo valor se desconoce) en el cálculo de la trayectoria de Apophis. Ésta dependerá en gran medida de la forma en que le afecte el campo gravitatorio terrestre en su primer acercamiento en 2029.

Además, como se sugirió el 10 de julio de 2008, aún habiendo observado el paso de Apophis junto a la Tierra en 2029, desconocemos la naturaleza real del gravitational keyhole predicho teóricamente por el Standard Dynamical Model, que sería responsable de traer al asteroide de vuelta en 2036. De modo ni tan siquiera puede descartarse un impacto durante o poco después de la aproximación de 2029. Incluso si una sonda acompañase a Apophis proporcionando información precisa en tiempo real, las características del gravitational keyhole sólo podrían ser conocidas retrospectivamente, 'después' de que el asteroide lo atraviese.

Así las cosas, lo único que puede hacerse es observar muy atentamente la evolución de 99942 Apophis, dejar que los superordenadores y los astrofísicos hagan su trabajo e informar periódicamente sobre las últimas novedades con el máximo rigor y profesionalidad posibles. Pueden consultar también un interesante reportaje de Euronews sobre la posibilidad de destruir o variar la trayectoria de un asteroide que amenace la Tierra en un futuro no muy lejano.

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