El experto en inteligencia artificial David Levy opina que sí. Pero aunque muchos estaremos ya hechos papilla por ese entonces, no desesperen; en una reciente entrevista concedida al AFP, Levi pronostica que en cinco años habrá amantes electrónicos parlantes que podrán emitir "sonidos agradables" si se acarician sus "zonas erógenas". El verdadero desafío es generar máquinas con personalidad, emociones y consciencia capaces de dar conversación a sus parejas humanas. Sin embargo, aunque parezca un campo de investigación excéntrico, los primeros roboticistas trabajan ya en ello. Según Levy estos robots de placer podrán ser de gran utilidad a todas aquellas personas con trastornos de la conducta sexual que sean incapaces de mantener relaciones con humanos.
Otros expertos como Dylan Evans, discrepan de las opiniones de Levy y afirman que estos robots sexuales no saldrán adelante. En declaraciones también para la AFP, sostiene que: “para el sentimiento de amor es crucial la creencia de que éste no es incondicional ni eterno. Los robots no te pueden elegir, no te pueden rechazar. Sería muy aburrido”. En cualquier caso, si quieren leer más sobre este curioso tema, aquí les dejo el link al artículo que Público.es dedica a la noticia.
viernes, 20 de junio de 2008
¿Replicantes de placer en 2050?
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Sección: Noticias curiosas
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6 comentarios:
me parece algo así como una versión tecnológicamente sofisticada de las muñecas inflables.
Mi objeción al argumento de Dylan Evans es que estos robots no son para sentir amor sino para practicar sexo sin más. Como dice Alviseni, por más conversación que den, no pasarán de ser muñecos hinchables muy caros a los ojos de cualquier humano. Mucho tendrá que llover hasta que veamos un robot tan humano que cueste tratarlo como a una máquina.
No creí que la utilidad de la inteligencia artificial consistiera en sustituir una vida social o mejor "vender" una vida social como parece que pretenden. Pensaba que su utilidad derivaba de las ventajas a la hora de percibir situaciones problemáticas o propicias para máquinas de cara a procesar de manera eficiente alguna estímulo potencialmente peligroso para sí o para quienes les rodea y emitir una respuesta ante él. Creo que estas inquietudes en adentrarse en el campo de de las emociones sociales y complejas cuando todavía no hemos resuelto los paradigmas de las básicas, el cual cuales nos pueden ser de mayor utilidad para el progreso, deriva simplemente de intereses económicos a corto plazo.
Es cierto que otros diseños distintos del humaniforme y otras habilidades distintas de las sociales son muchísimo más útiles, al menos a primera vista. Bien pensado, un robot con aspecto totalmente humano puede servir para bien poco más que para el sexo.
Sin embargo, dejando al margen las convicciones morales (que cambian a medio y largo plazo) y haciendo caso omiso de los optimistas pronósticos de David Levy, me parece que esta robótica social es un interesantísimo campo de investigación del que podrían salir y de hecho estoy convencido de que saldrán grandes avances. Desde hace mucho se trabaja en sistemas capaces de interactuar con el usuario por medio de la conversación que podrían amenizar y simplificar el uso de cualquier sistema informático o sustituir a todos los teleoperadores humanos aumentando enormemente la eficiencia de cualquier servicio técnico, por ejemplo.
Estudiar la mecánica del cuerpo humano para tratar de reproducirla tiene innumerables aplicaciones inmediatas como la fabricación de prótesis robóticas muy realistas y sofisticadas que mejoren la calidad de vida de quien las necesite.
El estudio en profundidad de las emociones humanas tiene aplicaciones en ambos sentidos. No sólo pueden imitarse los sentimientos humanos sino también sistematizar su estudio y profundizar en su conocimiento de una forma nueva e interesante.
Que el producto final sean amantes electrónicos de utilidad dudosa y moral cuestionable no es motivo para no investigar en esa línea. Como siempre, el avance científico es impredecible.
No me parece que la humanización de las máquinas deba ir en la dirección de hacerlas más similares a los humanos para que unos cuantos modositos ricos asexuados se entretengan. Habiendo ya como hay gente a la que le dan miedo los ordenadores no quiero ni pensar lo que les parecerá que se les dote de un cuerpo ni cómo esto quedaría reflejado en el precio. Por otro lado su conocimiento enciclopédico puede ser de utilidad siempre que puedan dar una respuesta rápida y concisa a cualquier problema que surja, pero sumamente destructivo para el aprendizaje de cualquiera si su utilidad se reduce a ser empleados como juguetes. Quiero decir que las máquinas no deberían parecerse a los humanos, si no estar más adaptadas a su vida diaria. Antes de crear robots con agujeros me parecería más factible manipular genéticamente algún mono cualquiera sólo para que no pareciera tan primitivo cuando se ponga uno a hablar con él.
Al leer la noticia, me pareció una estupidez, pero después de leer el comentario de La Pantera Rosa, estoy de acuerdo con él (o ella o lo que sea). También hay que decir que los comentarios del tal "anónimo" parece que están mal traducidos del arameo porque no hay por dónde cogerlos.
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