Esta semana volvemos al terror psicológico con un maravilloso clásico del género. La fabulosa adaptación de la obra de William Peter Blatty:
El Exorcista
El Exorcista es una película imprescindible que marcó época. Resulta sumamente raro que en un género tan plagado de basura como el suspense-terror surjan trabajos innovadores y mucho menos trabajos innovadores y además, de calidad. Estamos precisamente ante una de esas rarezas de la fauna cinematográfica.
A pesar de que el tema de la posesión diabólica hubiera podido dar para poco más que una desagradable cinta con asombrosos efectos visuales y de maquillaje y muchos sustos al más puro estilo terror-adolescente, El Exorcista va muchísimo más allá, dejando la posesión e incluso el exorcismo (y al exorcista) en un segundo plano. Esta película nos ofrece complejos e interesantes personajes magníficamente interpretados envueltos en una historia que, pese a ser bastante simple y lineal, está narrada con mucho estilo. Los saltos bruscos en el tiempo hacen que las conversaciones y las explicaciones a posteriori marquen el ritmo. Un ritmo sincopado que atrae con fuerza la atención del espectador reteniéndolo en vilo hasta el inevitable final. Un recurso muy atrevido es utilizar flashes en los que se ve una cara grotesca sonriente (la del demonio) a lo largo de la película superpuesta con otras escenas. No llega a ser un truco subliminal ya que se puede apreciar si uno mira con atención, pero desde luego, es infalible para incrementar la tensión. Otro punto fuerte de esta película es que nos permite disfrutar la interpretación (breve) de un actor de auténtico lujo, Max von Sydow (el padre Merrin), uno de los habituales del gran Bergman sobre el que hablaremos con gran detalle en otra ocasión.
Ante el aplastante éxito de la película, la productora se sumó a la moda de las secuelas y vomitó una continuación titulada El Hereje (aka. El exorcista II). No exagero en absoluto si les digo que es con mucho la peor película que jamás he visto. Un argumento ridículo. Actores pésimos (incluida la niña poseída, ya más crecidita). Una narración caótica que llega al extremo de resultar confusa para el espectador. Conversaciones absolutamente artificiales y, lo que es peor, una infame aparición de Max von Sydow acabando con todo el carisma de su personaje mostrando el momento de su muerte en la anterior película.
Tras esta secuela ilegítima, el propio Blatty (autor de la novela original) dio el salto a la gran pantalla con una producción discreta que pasó desapercibida y que considera la auténtica continuación de El Exorcista titulada La Novena Configuración. Una película muy extraña de suspense psicológico enmarcada en un manicomio que les recomiendo encarecidamente que vean si tienen ocasión. Se trata de una rareza muy difícil de conseguir.
En 1990, de nuevo Blatty se hizo cargo de El Exorcista III basada en su novela Legión. Se trata de una película que sorprende por su calidad. Lo que se nota a la legua es que es la adaptación de una novela hecha por su propio autor. Los recursos son más propios de la literatura que del cine, lo que resulta relamente interesante. Los protagonistas indiscutibles son unos magníficos diálogos que dan cuerpo a una historia siniestra e intrigante que llama poderosamente la atención del espectador. Blatty es muy atrevido en las secuencias de terror, como el célebre ataque del asesino géminis a una enfermera, grabado desde el otro extremo de un larguísmo y silencioso pasillo. Por desgracia la productora quería hacer honor al título de la película e incluir un exorcismo para lo cual hubo que destrozar chapucera e improvisadamente el final de la historia original de Blatty (mucho menos espectacular y más orientado hacia el terror psicológico que hacia los efectos especiales). Viendo los resultados, hubiera sido mejor cambiar el título en lugar de estropear una película tan interesante. No obstante, la primera hora de metraje sí es digna de verse.
Recientemente, se filmó una precuela titulada Dominion. Dado que la película tiene cierta calidad y que carece de increíbles efectos especiales, la productora decidió despedir al director nada más acabar de rodar y contratar uno nuevo que les fabricase una espectacular superproducción que vendiese en taquilla y que convino en titularse El Exorcista: El Comienzo con los mismos recursos y casi los mismos actores y argumento. El resultado fue otro bodrio insufrible en lugar de una película mínimamente entretenida. Pueden encontrar las dos versiones en su videoclub, por si les interesa.
Espero haber despertado su interés por el género e independientemente de que vean o no sus cinco secuelas, asegúrense ver El Exorcista al menos un par de veces, no vaya a ser que un demonio les posea y se queden sin saber qué hacer en estos casos.
martes, 19 de febrero de 2008
La furia de Pazuzu
ALQUÍLALA EN...
------ La Pantera Rosa ------ La Pantera Rosa ------ La Pantera Rosa
Sección: Cine
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario