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Esta semana, dejamos atrás el serie B y escalamos hasta la que para muchos es la mejor comedia de la historia del cine. Se trata de la obra maestra de Monty Python...

La vida de Brian

Las palabras Monty Python son sinónimo de comedia corrosiva, absurda y desenfrenada; un humor denso, no del agrado de todo el mundo. La genial "Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores" (Monty Python and the Holy Grail, 1975) es un claro ejemplo de ello. Sin embargo, en "La vida de Brian" (Monty Python's Life of Brian, 1979), el grupo cómico supo combinar su talento para el humor absurdo con una profunda crítica social rica en matices e interpretaciones que no sólo logra hacer reír a carcajadas, sino también da al espectador mucho en qué pensar.

En gran medida, Monty Phyton debe su fama mundial a los escándalos que sobrevinieron tras el estreno de "La vida de Brian". Famosos en el Reino Unido por sus sketches televisivos, el sexteto cómico dio el salto a la gran pantalla muy discretamente en 1971 con "Se armó la gorda" (And Now for Something Completely Different), una compilación de sus mejores gajs. A ésta le siguió "Los caballeros de la mesa cuadrada...", su primera película con argumento independiente.

Ambientada en la Judea del siglo I, la cinta narra las desventuras de Brian, un joven coetáneo de Jesús, que decide rebelarse contra la ocupación romana ingresando en un estrafalario grupo terrorista. Nada más estrenarse, "La vida de Brian" fue tachada de ofensiva y blasfema y prohibida en varias localidades de UK, en algunos estados de EE.UU, en la República de Irlanda y en Noruega^†.

No obstante, basta con verla para darse cuenta de que la crítica religiosa no es el eje central sobre el que se articula. Si bien es cierto que los Monty Pythons no son religiosos ni sienten demasiado apego por las religiones organizadas, "La vida de Brian" es una sátira social que habla sobre el borregismo de las masas, que prefieren seguir a un líder (religioso o no) a pensar por sí mismos y también sobre los movimientos políticos que persiguen bellos ideales, que acaban en poco más que inútil retórica y ninguna acción concreta, dividiéndose en innumerables facciones enfrentadas, más preocupadas por luchar entre ellas que por conseguir el bien común.

La Judea de Brian no es más que un reflejo intemporal de cualquier comunidad en cualquier parte del mundo: una sociedad egoísta e injusta donde cada uno vela por sus propios intereses y no hay lugar para el idealismo ni la solidaridad. Y sin embargo, lejos de resultar pesimista u oscura, la película, narrada a golpe de carcajada deja al espectador con una amplia sonrisa en los labios tras la inolvidable escena final en la que los prisioneros crucificados deciden mirar el lado positivo de la vida y aceptar su situación cantando y silbando una alegre melodía. Al fin y alcabo, "una vez arriba, no se está tan mal", "por lo menos, estás al aire libre".

No pierdan la ocasión de disfrutar incontables veces de esta magnífica joya del cine de humor, considerada por muchos (y no sin razón) como la mejor comedia de todos los tiempos^‡.

^† De hecho, el slogan con que fue lanzada en Suecia rezaba: "Una película tan divertida que ha sido prohibida en Noruega..."
^‡ En 2000, fue votada por los lectores de la revista British Total Film como la mejor comedia de todos los tiempos y en 2004, como la quinta mejor película británica.