JaimeG & Co.

Fue una crónica del miércoles 23 de este mes publicada en el diario italiano La Reppublica sobre una máquina de monedas que simulaba la ejecución de un maniquí de látex en la silla eléctrica, la que desató la polémica (por supuesto no se corresponde con la imagen con que ilustramos el post). Las coléricas reacciones de medios de comunicación de todo el mundo terminaron por obligar a su propietario a retirar esta grotesca atracción de la feria de Milán donde era exhibida, al día siguiente de la publicación del reportaje.

Pese a que la prensa informa de su clausura con gran satisfacción, creo que en lugar de respirar aliviados, deberíamos extraer alarmantes conclusiones de una lectura minuciosa del artículo de La Reppublica. En él se relata cómo decenas de chavales y niños pequeños acompañados de sus padres, hasta completar al menos un centenar de personas, se reunían con júblio alrededor del humeante cadáver de látex para poder verle convulsionarse y gritar de dolor durante 15 segundos y luego, caer muerto en silencio en medio de las risas y el sonido de los flashes de las cámaras de fotos. Gracias a YouTube, pueden 'disfrutar' del espectáculo viendo el correspondiente vídeo donde se aprecian claramente las carcajadas del público (en concreto las de un niño).

La atracción fue encargada por internet a la empresa estadounidense Distortions que ofrece en su web no sólo varios modelos de sillas eléctricas sino también guillotinas, cámaras de gas y horcas cuyas descripciones vienen acompañadas de morbosas demostraciones en vídeo.

El comprador, Renzo Biancato, afirma que había recuperado en pocos días la inversión realizada, que rondaba los 5000€ (i.e el público había pedido ver la ejecución en torno a cinco mil veces hasta el día 23).

Pese a la rapidez con la que la presión mediática y social logró la clausura de la atracción, lo cierto es que llevaba abierta al público bastante más de un mes según mis cálculos, ante la imperturbable mirada de miles de visitantes sedientos de morbosa vulgaridad al módico precio de un euro. Un hecho, realmente preocupante en mi opinión.