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Roger Goodyear, el presidente del Festival Anual de Embarcaciones Tradicionales de Portsoy, un pueblo costero escocés ha prohibido silbar a los vecinos. Parece ser que una de las supersticiones marineras del lugar afirma que silbar cerca del mar es interpretado como una burla hacia el demonio. Por supuesto, el demonio se cabrea si uno se burla de él y como represalia envía vendavales huracanados y copiosas lluvias, lo cual arruinaría los festejos al aire libre programados para los días 20, 21 y 22 de este mes.
Parece cosa de risa, pero el tal Goodyear no se lo toma a broma. De hecho, declaró a la BBC (sin sonrojarse) lo siguiente: "No hay problema con cantar, pero nada de silbidos. El año pasado el clima fue estupendo el sábado, pero el domingo tuvimos lluvias torrenciales. Me acuerdo perfectamente que escuché unos silbidos la noche del sábado. Quizás no fueron personas de Portsoy".
Prtsoy cuenta con 1800 habitantes, a los que se sumarán más de 20000 que acuden anualmente al festival. A todos ellos se les pide que colaboren con la prohibición. Si quieren una referencia para la noticia, aquí tienen el artículo que le dedica BBC News.