martes, 20 de mayo de 2008

Colocados hasta las orejas


Un reciente trabajo de Dirk Lachenmeier, del Laboratorio de Investigación Química y Veterinaria de Karlsruhe (Alemania) apunta a que el legendario mal de absenta tan valorado por artistas de la talla de Baudelaire, Picasso, Hemingway o Wilde es tan sólo producto del altísimo contenido alcohólico de la bebida (70%, cuando el más peleón de los whiskys apenas roza el 50%)y nada tiene que ver con las propiedades alucinógenas de la tujona.
Esta fortísima bebida cuya invención suele atribuirse a campesinos suizos, llegó a gozar de gran popularidad en el siglo XIX hasta el punto de desplazar al vino en Francia. Se cuenta incluso que cuando Vincent Van Gogh se cortó el lóbulo de la oreja para dárselo a una prostituta, lo hizo bajo los efectos de la absenta. Sin embargo, la presión de la Liga Nacional contra el Alcoholismo y los viticultores franceses forzó su prohibición en 1915. Hubo que esperar hasta 1988 para que el consumo de absenta volviese a ser legal en Europa.
Muchos estudios realizados desde entonces apuntan también a que el contenido en tujona de la bebida es en realidad escasísimo y que por lo tanto, los efectos alucinógenos que produce son únicamente debidos a su alto porcentaje de alcohol. Sin embargo, aún cabía la posibilidad de que la antigua absenta tuviese una composición distinta de la actual. Pues bien, el estudio de Lachenmeier, que llega a idénticas conclusiones, se realizó con botellas de absenta que datan de antes de la prohibición, lo que acaba con el halo de misterio que desde siempre ha rodeado a esta legendaria bebida. Si quieren leer más sobre el tema, aquí tienen un link al artículo que El Periódico dedica al asunto.

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