domingo, 13 de abril de 2008

Otra de Ridley Scott

Esta semana nos metemos de lleno en el subgénero cyberpunk para comentar un sobrevaloradísimo clásico de la ciencia ficción. Se trata de la cinta de Ridley Scott



Blade Runner

En un post anterior, ya alabábamos el buen hacer de este director cuando se sienta tras la cámara en un thiller de ciencia ficción. Y es en Blade Runner, donde logra llevar ese talento a su máxima realización. La película comparte con Alien el magnífico despliegue de efectos visuales manejados con mucha elegancia y buen gusto y ese lenguaje narrativo característico, deslazado e intrigante, que logra atraer poderosamente la atención del espectador. Sin embargo, en esta ocasión, la magia de Scott no fue suficiente para mantener a flote una película con importantes deficiencias.

La patética interpretación de Harrison Ford en un personaje muy mal construido con el que uno, por más que lo intente, no logra llegar a empatizar, se suma a un guión poco meditado que no lleva a ninguna parte. El interés inicial por la trama termina por desvanecerse del todo transcurrida poco más de una hora del metraje. A partir de entonces, las principales virtudes del cine de Scott, se hacen realmente molestas. Ese interesante estilo narrativo que deja decenas de interrogantes abiertos, pasa de ser estimulante, a ser del todo confuso. El abuso de escenas lentas pensadas para recrearse en los sugerentes y complejos decorados y efectos especiales, acentúan aún más la sensación de tedio en el espectador, que se desespera al ver que la historia no avanza. Y para terminar de agravar la situación, si el Rick Deckard de Ford ya era del todo inverosímil, aún lo es muchísimo más el giro argumental que desemboca en su inexplicable romance con la replicante Rachel. Pero, quizás lo que resulte más insólito de Blade Runner es que tras larguísimos minutos de indiferente aburrimiento, de repente, en medio de ninguna parte, aparezcan los títulos de crédito ante los ojos vidriosos y atónitos del sufrido y somnoliento espectador, que se pregunta inquieto si no se habrán olvidado de montar un par de rollos de película.

Cuando una historia tan mal construida acaba dejando semejante sensación de confusión, en ningún caso podemos hablar de una trama compleja, rica en matices, o sutil. Ni decir que gana al verla más de una vez. Sencillamente estamos ante una película mala y no hay justificación que valga. Inexplicablemente Blade Runner fue la cinta más alquilada de la historia en videoclubs de todo el mundo y consecuentemente, la primera en ser editada en DVD. Incluso parte de la crítica internacional llegó a etiquetar Blade Runner como una obra maestra de la ciencia ficción, e inevitablemente, estas opiniones lograron transmitirse a los espectadores más maleables.

¿Por qué la recomendamos entonces? Pues si ignoramos todos los graves defectos estructurales de la cinta y centramos nuestra atención en el fascinante montaje visual, logramos comprender la enorme complejidad que encierra dirigir semejante producción. No se trata de una simple colección de efectos especiales a los que tan acostumbrados estamos a día de hoy, sino de una auténtica obra de arte cuidada hasta el más mínimo detalle (al menos en la dimensión puramente estética). Además, su enorme repercusión en el género de la ciencia ficción, hace imprescindible para todo buen cinéfilo, haber visto al menos dos veces la polémica y controvertida Blade Runner.

ALQUÍLALA EN...
Videoclub Scorpio

No hay comentarios: