miércoles, 9 de abril de 2008

Hipersueño con olor a huevo podrido


En un reciente trabajo, el jefe de anestesia del Hospital General de Massachusetts, Warren Zapol, publicado en la revista Anesthesiology se sugiere que el sulfuro de hidrógeno, principal componente del olor a huevo podrido y de las bombas fétidas, podría ser eventualmente utilizado como sedante en viajes espaciales de larga duración. Su efecto en ratones es el de una ralentización del metabolismo, similar a la que ocurre durante la hibernación. Desde luego, el método es barato y funcional aunque no creo que a los astronautas del mañana les entusiasme la idea de hibernar durante años sumidos en semejante pestazo. Si quieren algún detalle más aquí tienen el artículo que le dedica Público.es a la noticia.

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