JaimeG & Co.

Esta semana les recomendamos la que sin duda es la mejor comedia de todos los tiempos



La Extraña Pareja

De entre los miles de parejas cinematográficas que ha dado la historia, ninguna ha sido tan exitosa y bien avenida como esta. Si repasamos por separado la filmografía de Jack Lemmon y Walter Matthau, encontraremos que en la mayoría de películas en las que participan, sus personajes, independientemente del contexto en el que aparecen, son psicológicamente idénticos. El primero siempre, sensible, inseguro, introvertido y maniático y el segundo eternamente malhumorado, tosco y duro aunque con un fondo tierno que siempre acaba por aflorar. Pero por muy bien que funcionen estos personajes por separado, juntarlos en el reparto de una comedia tenía asombrosos efectos.

La extraña pareja es una adaptación del éxito teatral homónimo de Neil Simons y eso se nota. La historia es minimalista, casi íntegramente rodada en un único escenario (el apartamento de Óscar -Walter Matthau-), con memorables e inteligentes diálogos y largas tomas ininterrumpidas con movimientos de cámara muy discretos y elegantes que dan al espectador la impresión de estar sentado en la butaca de un teatro contemplando el ir y venir de los actores sobre el escenario. Con este estilo sobrio y discreto, toda la responsabilidad (y el mérito) de la película, descansa sobre las espaldas de un Jack Lemmon y un Walter Matthau que bordan sus papeles con asombrosa naturalidad. La química de esta pareja no sólo les llevó a colaborar de nuevo en numerosas ocasiones sino que, fuera de las pantallas desembocó en una sólida amistad que les unió el resto de sus vidas.

Además de las magistrales interpretaciones de sus protagonistas, gran parte del éxito de la película se debe a un guión impecable, adaptado por el propio Simons, que conserva fragmentos inalterados de la obra original. Mantiene un nivel cómico muy difícil de superar durante prácticamente todo el metraje, provocando furiosos ataques de risa incluso en el espectador más soso. Es, como poco, un guión perfecto. También es muy notable el pegadizo e inconfundible tema de la banda sonora compuesto por Neil Hefti que ha terminado por formar parte de la rica cultura popular cinematográfica.

A La extraña pareja le siguieron otras películas que aprovecharon el tirón de este inseparable dúo. Bajo las órdenes de Billy Wilder firmaron En bandeja de plata, Primera plana y Aquí un amigo, todas ellas imprescindibles para cualquier amante del buen cine. También se rodó una segunda parte con guión también de Neil Simons titulada La extraña pareja otra vez. Aunque es bastante floja, las fantásticas interpretaciones de Jack Lemmon y Walter Matthau logran salvarla parcialmente. Con un nivel similar al de esta segunda parte, podemos mencionar Out to sea (traducido de forma muy libre al castellano como "Por rumbas y a lo loco") y Dos viejos gruñones.

Además, la influencia de La extraña pareja en otras muchas comedias es enorme. Sin ir más lejos, el dúo de dependientes Randall y Dante de Clerks no son más que una versión moderna e irreverente de los roles clásicos de Óscar y Félix. Y si aún necesitan más motivos para ver esta obra maestra un par de veces, tengo entendido que es requisito imprescindible para acceder a la Salvación Eterna, de modo que sigan mi consejo y no se pierdan este extraodinario clásico del humor.