martes, 11 de marzo de 2008

Erotismo encubierto

Desde siempre ha habido mentes calenturientas. Sin embargo, antes, las obscenidades se trataban de disimular al máximo, en ocasiones de formas muy ingeniosas. Aquí tienen la prueba: un cuadro de Erhard Schon de nada menos que 1538. A la izquierda vemos a una pareja tiernamente abrazada en un dormitorio en compañía de otras dos personas más. La pared de la derecha parece decorada con unos extraños garabatos. Una escena de caza y una de pesca. Si miran esa pared desde un ángulo lo más abierto posible (con la cara pegada a la pantalla mirando de izquierda a derecha) verán en lo que degenera esa tierna escena pasados unos minutos. (Click sobre la imagen para ampliar)

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